Las dietas de alto contenido calórico interfieren con la neurogénesis, el proceso de formación de nuevas neuronas en el adulto.

Cuando hemos escuchado o leído sobre las dietas hipocalóricas – dietas con bajo contenido en calorías- generalmente han estado asociadas al tema del sobrepeso y la obesidad, lo cual es correcto, porque desde hace mucho tiempo ese tipo de dietas están indicadas para el tratamiento y la prevención de enfermedades metabólicas y cardiovasculares.

Por otra parte, estudios epidemiológicos han señalado que, el consumo de gran cantidad de calorías es un factor de riesgo importante para el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Aunque estas dos condiciones se desarrollan de manera diferente, existe un factor común entre ellas: la neurogénesis alterada.

En este sentido, durante los últimos años, investigaciones realizadas por diferentes grupos, con diferentes modelos experimentales, han establecido la relación existente entre el alto consumo de calorías y la baja producción de nuevas neuronas.

 

 

De igual manera, en la misma línea de investigación, ha sido demostrado que la baja ingesta de calorías, es decir una dieta hipocalórica, incrementa la neurogénesis funcional. De acuerdo a los resultados, se pudo evidenciar que los animales de experimentación que recibieron dietas hipocalóricas, procesaban más eficientemente la información que recibían del entorno, por ejemplo: tenían un mejor sentido de la orientación en comparación con los animales que consumieron dietas de alto contenido calórico.

Aunque investigaciones como estas no podrían ser realizadas en seres humanos, disponemos de realidades que sugieren que los resultados serían similares. Si analizamos los hábitos y las dietas de las poblaciones con mayor longevidad saludable, encontraremos que independientemente de estar ubicadas en diferentes partes del mundo, comparte un elemento en común: una dieta saludable hipocalórica y rica en antioxidantes. Esto de acuerdo a las investigaciones, representaría una sumatoria de beneficios a nivel cerebral: la baja cantidad de calorías favorecería la formación de nuevas neuronas, mientras que los antioxidantes prolongaría la vida de las existentes.

 

¡Vamos a cuidar nuestro cerebro! No abusemos de las calorías y aseguremos una buena protección antioxidante.