El Omega 3 es un ácido graso poliinsaturado, pertenece a las grasas saludables que no son sintetizadas de manera natural por lo que hay que obtenerlo mediante los alimentos como el pescado, nueces, aguacate, entre otros.

Las propiedades del Omega 3 se enfocan en reducir los triglicéridos, tiene un efecto antiinflamatorio, prevención del cáncer y enfermedades cardiovasculares, baja ligeramente la presión arterial, retarda la acumulación de placas de colesterol en las arterias y tiene un efecto anticoagulante, sin embargo, el Omega 3 se oxida.

Por otro lado, el Omega 5, también conocido como ácido punícico, es procedente del aceite de semilla de la granada y hasta ahora los científicos lo han propuesto como uno de los antioxidantes más potentes de la naturaleza.

Al comparar el Omega 5 con otros antioxidantes resalta que es cinco veces más potente que el té verde y la uva. Uno de los principales beneficios de este Omega es que combate los radicales libres, los cuales se encargan de acelerar el proceso de envejecimiento.

El Omega 5 contribuye a conservar un estilo de vida saludable, entre sus beneficios se han descrito: combate el envejecimiento prematuro y problemas de memoria asociados con el envejecimiento; ayudar a mejorar las funciones cognitivas debido a que posee un efecto antiinflamatorio y actúa como regenerador celular de la piel.

Debemos resaltar que ambos Omegas (3 y 5) son beneficiosos para la salud y nuestra recomendación es consumir ambos ya que cada uno tiene diferentes funciones en nuestro organismo y ayudan a mejorar nuestra calidad de vida.